El curetaje dental es el término genérico que usan dentistas generales y pacientes para referirse a lo que los periodoncistas llamamos raspado subgingival o instrumentación subgingival. Este tratamiento es la principal herramienta, aunque no la única, para tratar las enfermedades de las encías.
El objetivo que tenemos desde nuestra clínica dental en Barcelona y que os transmitimos en nuestro blog, es el de explicaros en qué consiste y ofreceros toda la información sobre este tratamiento. Empezaremos explicando qué son las enfermedades de las encías y seguiremos explicando cuándo se debe hacer un curetaje dental.
¿Qué son las enfermedades periodontales o de encías?
Las enfermedades de encías más comunes son la gingivitis y la periodontitis y ambas se producen debido al acúmulo de bacterias alrededor de la superficie dental.
- La gingivitis se produce cuando las bacterias se acumulan por encima del nivel de la encía o justo sobre la encía de manera que causan inflamación de la misma pero no pérdida de soporte óseo.
- La periodontitis, sin embargo, es el estadio posterior, que sucede solo en algunos pacientes, y que consiste en la pérdida de hueso como consecuencia del acúmulo de estas bacterias. Aquí, las bacterias a eliminar ya están tapadas por la encía dentro de lo que llamamos bolsa periodontal.
Generalmente es una enfermedad asociada a una mala higiene por parte del paciente, aunque tiene un componente genético importante.
Al acumularse las bacterias, éstas empiezan a reptar desde la corona hasta la raíz dental por debajo del nivel de la encía. En este punto las bacterias dejan de ser accesibles para la higiene del paciente y en ausencia de higiene profesional pueden provocar la destrucción del hueso que rodea al diente. En caso de que el paciente con periodontitis no se haga tratamiento mediante instrumentación subgingival (o curetaje), acabará perdiendo los dientes.
Tanto la gingivitis como la periodontitis son enfermedades silenciosas que apenas cursan con dolor. Esto quiere decir que muchas veces el paciente no es consciente de sufrir ninguna patología, especialmente los pacientes fumadores.
¿Cuándo se debe realizar la instrumentación subgingival o curetaje?
Como su nombre indica, la instrumentación subgingival se realiza por debajo (sub) del nivel de la encía (gingiva). Por lo tanto, si las bacterias no han llegado a traspasar el nivel de la encía generando una bolsa periodontal no tendrá sentido recurrir a este tratamiento.
Esto es muy importante porque a menudo sucede que acuden a la clínica pacientes con gingivitis, es decir con inflamación de la encía pero sin pérdida de hueso, a los que les han realizado o presupuestado varios curetajes. Esto, obviamente es un sin sentido ya que difícilmente se puede raspar debajo de la encía si no se ha perdido hueso. En la mayoría de estos casos será suficiente con realizar 1 o 2 sesiones de profilaxis dental (o limpieza dental superficial) que a diferencia de los curetajes no insiste en la zona subgingival sino que se centra en la porción más superficial de la raíz dental.
¿En qué consiste una sesión de instrumentación subgingival o curetaje?
Cada sesión de curetaje o de instrumentación subgingival consta de 2 partes que se realizan a lo largo de 45 minutos o 1 hora:
1# Enseñanza de higiene oral: en primer lugar se tiñen los dientes del paciente con un producto que revela la presencia de placa bacteriana en la boca del paciente. De esta manera éste puede observar los puntos en los que acumula más placa y nosotros podemos aprovechar para enseñarle a usar el cepillo manual, el eléctrico y los cepillos interdentales. Esta primera parte es fundamental si se pretende dar estabilidad a los buenos resultados que se producirán tras finalizar las sesiones de curetaje o instrumentación subgingival.
2# Limpieza propiamente dicha: la mayor parte de la sesión se utiliza para eliminar el sarro y la placa que se acumula en la raíz del diente tomando en especial consideración la bolsa periodontal. Esta parte se realiza con instrumentos electrónicos y manuales con el fin de conseguir un acabado óptimo en el que la raíz quede lo más lisa posible.
¿Cuántas sesiones de curetaje son necesarias para tratar la enfermedad periodontal?
Con el fin de realizar un tratamiento completo se suelen necesitar 4 o 5 sesiones de entre 45 minutos y 1 hora. Lo normal es trabajar por cuadrantes, de manera que en cada visita el paciente acude a la consulta para que le raspen un cuarto de la boca. De esta manera, si el paciente siente muchas molestias se le puede anestesiar solo ese segmento de la boca y así estará más cómodo.
Dedicar menos de 45 minutos a una sesión de curetaje haría muy difícil poder proceder con el tratamiento en condiciones ya que obligaría o bien a eliminar la parte de la sesión en la que se enseña al paciente a limpiar los dientes o bien a reducir demasiado la parte de la sesión dirigida a raspar la raíz dental. Ambas cosas afectarían directamente al resultado.
¿Existen daños asociados al curetaje?
Puesto que la instrumentación subgingival obliga a introducir un instrumento entre el diente y la encía, es normal que el tratamiento genere algunas molestias durante y después de haberse realizado. Suelen ser molestias muy soportables y de echo es común poder realizar el tratamiento sin necesidad de anestesiar al paciente. Sin embargo, la mayoría de los pacientes prefieren que les anestesien y así la sesión se soporta mejor.
Una vez finalizada la visita el paciente notará las encías algo irritadas y molestas durante 24-48 horas. Durante este tiempo, si el dolor es muy fuerte puede tomar algún tipo de analgésico suave.
Otra de las consecuencias típicas de este tratamiento es la sensibilidad dental. Al ser el curetaje un tratamiento que se realiza rascando la superficie radicular, lo normal es que junto con las bacterias nos llevemos parte del tejido del diente y eso es lo que genera la sensibilidad. Esta sensación es reversible, aunque no siempre al 100% y en todo caso el proceso de regeneración del diente es lento.
Finalmente, unas semanas después de haber realizado el tratamiento el paciente empezará a notar que las encías se retraen tanto arriba como abajo. Esto es debido a la desinflamación que acompaña al tratamiento y aunque es un signo muy positivo al paciente no le suele gustar nada el resultado estético que supone. No hay que preocuparse ya que una vez la encía esté del todo tratada, estos espacios entre los dientes se pueden cerrar mediante carillas o composites.
Caso real
A continuación, presentamos un caso típico de una paciente que finalizó tratamiento periodontal y a la que posteriormente realizamos tratamiento estético para mejorar los espacios abiertos que se habían generado. Tal y como podéis apreciar el resultado tanto a nivel de dientes como de encías es estupendo y pone de manifiesto que no existen límites cuando paciente y dentista están bien alineados.