El miedo al dentista es una de las principales causas por la que los pacientes no acuden a las consultas dentales de forma regular.
Este miedo o ansiedad al dentista implica que muchos pacientes presenten problemas a nivel dental tanto de función como estéticos que se podrían solucionar con relativa facilidad si acudieran al dentista con mayor regularidad.
Hoy en día las técnicas de anestesia local han alcanzado un nivel óptimo de efectividad y seguridad de forma que es prácticamente imposible que el paciente sienta dolor durante ningún procedimiento odontológico.
Sin embargo, aún y así la ansiedad que algunos pacientes sufren al sentarse en el sillón dental es tan grande que no son capaces de realizarse determinados tratamientos como por ejemplo limpiezas dentales o implantes dentales. En estos casos, el uso de la sedación consiciente por inhalación es nuestro mejor aliado.
¿Qué es la sedación por inhalación en dentistas?
La sedación por inhalación, consiste en aspirar por la nariz, a través de una mascarilla, una mezcla de oxido nitroso y oxigeno también conocida como gas de la risa, el gas que usan los dentistas.
Este gas anestésico proporciona al paciente una sensación muy agradable de relajación que lleva al paciente a un nivel de ansiedad prácticamente nulo.
¿Cuándo empezó y cómo el uso del gas de la risa?
El uso de la sedación por inhalación en la consultas dentales es un proceso ampliamente extendido en EE.UU. de donde es originaria la técnica.
Su origen data de principios del siglo XIX gracias al ingenio de un dentista conocido como Horacio Wells. Según parece, el Dr. Wells sufría mucho cada vez que debía realizar una extracción dental debido al dolor que los pacientes sentían.
Un día, acudió con su mujer a un espectáculo en el que los asistentes podían someterse a los efectos del conocido “gas de la risa” y observó que uno de los participantes que estaba bajo los efectos de dicho gas se hacía una herida importante en la pierna sin apenas mostrar ningún tipo de signo de dolor.
Enseguida pensó que estaba delante de la solución al problema de dolor de sus pacientes y sin dudarlo lo probó sobre él mismo realizándose una extracción.
Emocionado con los resultados, quiso demostrar su descubrimiento en la Universidad de Harvard pero el destino quiso que en aquella ocasión el paciente comenzase a gritar convirtiéndose así en el hazmereir de todos los presentes.
Wells murió en 1848 arruinado y habiendo dejado la odontología, sin embargo sus resultados no pasarían desapercibidos para otros dentistas de Estados Unidos y en 1864, la Asociación de Dentistas Americanos le nombró padre de la anestesia moderna y premiaron a su familia con 100.000 dolares de la época.
La anestesia en clínicas dentales hoy en día
Actualmente la sedación se usa como técnica complementaria a la anestesia en los siguientes casos:
- Niños o odontopediatría
- Pacientes con fobia al dentista
- Pacientes sometidos a un alto nivel de estrés
- Pacientes que por cualquier razón se sientan más a gusto bajo los efectos de este tipo de técnica.
Se trata de una técnica completamente segura cuyos efectos desaparecen a los pocos minutos de dejar de inhalar el gas de anestesia que usan los dentistas.
En nuestra clínica dental Echeverría en Barcelona ya hace varios años que estamos utilizando esta forma de anestesia en nuestros pacientes y estamos realmente satisfechos con el resultado.
Hemos visto que es fácil de usar, segura, cómoda, limpia, y perfecta para pacientes nerviosos o con miedo al dentista.
Actualmente tenemos muchos pacientes absolutamente enganchados a esta nueva técnica que o bien han dejado de venir nerviosos a hacerse las limpiezas dentales o que se han animado a hacerse tratamientos más avanzados que les han permitido tener la sonrisa que siempre habían querido.
Se trata de un complemento de lujo en tu experiencia en el dentista que tienes disponible con nosotros sin ningún coste adicional.